Granada, 30 de Septiembre de 1507


Querida madre:

No he podido escribir antes.Ahora mismo estoy camino de Granada con nuestra magestad doña Juana.No se podría imaginar la desgracia que ha ocurrido.Don Felipe el Hermoso, ha fallecido el pasado 25, no le podría especificar las causas, pero por lo que contemplemos,podría haver sido la bebida helada que le preparé, después del partido de pelota en Burgos.Madre, ahora recapacitaba lo ocurrido y quizás si no se hubiera tomado el agua que le di, estaría presente en estos momentos entre nosotros y no le estaría contando todo lo ocurrido del cual me siento muy afectada cuando tan solo han pasado unos días.
No me puedo imaginar los días sin él, todo será tan diferente,era una persona muy atenta hacia sus mas queridos.
Doña Juana sigue todavía muy afectada, su rostro se encuentra como ido, sería muy pronto para que mis especulaciones sean realidad, pero llevo días observandola y hace cosas un tanto extrañas y fuera de lo normal, lo mejor sería que la llevásemos a un médico,si no mejora.Madre,creo que por mui duro que fuera creo que todo esto que observo diariamente sobre sus actos i echos puede que sea debido a una enfermedad mental, que se agravó con la muerte de su esposo.Cada vez va a peor, cada día que pasa come de cada vez menos, a llegado al punto en que nuestra magestad no quiere tan solo ser aseada.

Ahora,debo deecirle algo que no creí tener que confesar pero creo madre que usted debería saberlo,ya que si no se lo cuento nunca se sabrá, y al escribirle debería de despedirme, vaya a ser que Juana lea la carta que le escribo y tenga que confesarle todo lo que su esposo no quiso sacar a la luz.Se que le resultará difícil de entender, pero por muy imposible que sea estube
y estoy enamorada de don Felipe.Durante su estancia en Flandes, mantubimos una relación a escondidas de doña Juana.Fueron los mejor días hasta que ella apareció.Madre, pase lo que pase, no le confiese a ella todo lo que le conté y una de las muchas infidelidades que pudo tener su esposo hacia ella.
Me de marchar, le prometo escribir lo más pronto posible,cuidese.




Eugenia Hidalgo Sabater.